Japi animación: enero 2019

viernes, 18 de enero de 2019

Cómo desarrollar la espiritualidad en los niños

Foto en portada por Ben White en Unsplash

Si tienes una fe profunda y mantienes los rituales y el calendario de tu tradición religiosa, entonces probablemente hayas pensado mucho en el desarrollo espiritual de tu hijo y lo tendrás todo planeado. Pero si te preguntas cómo enseñarle tus valores religiosos a los más pequeños de la casa, entonces toma nota de los siguientes consejos que los ayudarán a acercarse a lo sagrado:

Empieza desde temprano
Muchos padres piensan que es prematuro enseñar sobre religión a un niño pequeño o preescolar. Pero eso es un error. Si no empiezas a tener una influencia espiritual en tu niño desde temprano, otras personas la tendrán (y podría ser lo contrario a lo que tú crees). Además, cuando le enseñas prácticas espirituales desde una corta edad a tu niño las verá como una parte natural y esencial de la vida.

Crea una declaración de misión familiar
Muchas tradiciones espirituales brindan un marco de valores o principios a seguir. Intenta crear algo similar para tu familia. Por ejemplo, puedes escribir: “Nuestra familia cree en la bondad, en ayudar a otras personas, en cuidar a las mascotas y en proteger a los más necesitados”. Esta misión la puedes enmarcar y ponerla en un lugar visible o rincón especial de tu hogar.

Háblale sobre las tradiciones familiares
Si crías a tu hijo en la misma religión en la que te criaron, es importante que él sepa que está realizando prácticas espirituales que fueron transmitidas por sus abuelos e incluso sus bisabuelos. Una buena idea es contarle las mismas historias familiares que escuchaste cuando eras pequeña.

Enséñale a ser agradecido
La gratitud es un camino espiritual que funciona independientemente de tus creencias sobre la naturaleza de lo divino. Por supuesto que los niños rara vez entienden de sus muchas bendiciones, así que está en tus manos moldear en ellos esta actitud. Intenta decir regularmente en voz alta qué dicha que tenemos de tener este hermoso día, esta abundante comida, este auto seguro, un maestro o vecino tan bueno, y, por supuesto, esta familia unida.

Haz que se ponga “en los zapatos del otro”
Cuando estén viendo televisión o un video juntos, elige un personaje favorito o interesante y haz que tu pequeño “entre en la historia” para ver cómo actuaría en su lugar. Este ejercicio utiliza la imaginación y, dependiendo de la situación, podría ayudar a tu hijo a fomentar valores como la compasión y el perdón.

Conviértelo en algo divertido
¿Quién dijo que la religión tiene que ser algo aburrido? ¡Qué va! ¡Intenta cantar y bailar! Si no te sabes ninguna canción tradicional, en iTunes o Youtube hay disponibles muchas canciones de música religiosa. También pueden leer juntos. Muchos buenos libros infantiles abordan temas relacionados con la bondad, la justicia, la tolerancia y la imparcialidad, todos los temas que podrían considerarse “espirituales” en el sentido de que tratan sobre la conexión de todas las personas y de vivir la vida con un propósito.

Deja que reflexione al final del día
A la hora de acostarse, permite que tu niño identifique una cosa buena y otra mala que le haya sucedido durante el día. Para los pequeños, estos son momentos ideales para practicar la honestidad y la humildad.



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Para navegar seguros: ocho pautas para proteger a tus hijos en Internet

Internet dejó hace mucho tiempo de ser un mundo reservado para los adultos, y cada vez niños más pequeños tienen acceso a aplicaciones de mensajería, redes sociales videos y juegos. ¡Y hasta los manejan mejor que los grandes! Sin dudas, ese universo digital puede darles muchos beneficios, pero es también riesgoso.

Si bien sabemos que es imposible garantizar una seguridad completa o mantener una completa privacidad al estar conectados, sí hay formas de protegernos y navegar más tranquilos. La organización Connect Safety, en Estados Unidos, da algunas pautas para cuidar a los niños y adolescentes.

1. Cuidado con los videos
Pueden aparecer enlaces maliciosos en sitios tan populares como YouTube para compartir videos, que direccionan a contenido inapropiado o ilegal o a sitios de terceros que colectan información confidencial. Enséñale a tu hijo a desconfiar de las invitaciones para “hacer un nuevo amigo” y los mensajes que buscan tentarlos como “descubre quién habla de ti” o “… quién está enamorado de ti”.

2. Computadoras compartidas
Cuando los niños usan la computadora de la familia o de un adulto pueden ver contenido no apto al revisar el historial. Su actividad en línea también puede afectar a otros usuarios y sus compras online o uso de cuentas bancarias.

3. Pequeños fanáticos
Los niños y adolescentes pueden ser fervientes fanáticos y seguir en línea a sus artistas, celebridades o jugadores favoritos, e intentar chatear y conectarse con ellos. Enseña a tu hijo a ser cauteloso con los sitios de fans que no son oficiales.

4. Evitar ser pirateados
Enseña a tu hijo a no compartir sus contraseñas, incluso con sus amigos más cercanos, y a siempre cerrar sus cuentas cuando terminen de usar computadoras o dispositivos compartidos. Los navegadores “recuerdan” muy bien las contraseñas a menos que se use el modo “privado” o “de incógnito”. Muéstrale cómo activar ese modo y cómo eliminar sus cookies y su historial.

5. Aplicaciones seguras
Hay cientos y cientos de aplicaciones con todo tipo de funciones que se pueden descargar con facilidad en un teléfono o tablet, y no todas son de desarrolladores certificados. Antes de que tu hijo descargue una aplicación, verifica qué hace la aplicación, qué información recopila y para qué usa esa información. Busca aplicaciones legítimas descargándolas desde la función correspondiente de teléfono, y revisa la descripción en detalle, así como los comentarios y valoraciones. Si desconfías de una aplicación que ya está en tu teléfono, elimínala de inmediato.

6. Teléfono con contraseña
Protege tu teléfono con una contraseña, código numérico, gesto o huella digital. También verifica las configuraciones de seguridad del dispositivo.

7. El geolocalizador
Algunos servicios de ubicación, como mapas o aplicaciones para ayudar a los padres a saber dónde están sus hijos, pueden dar más seguridad a la familia, pero debes tener en cuenta que no todas las aplicaciones necesitan la ubicación de los usuarios para funcionar correctamente (y muchas la usan solo para recopilar información con fines comerciales). Revisa cada aplicación que usa tu hijo para ver si recopila información sobre sus ubicaciones y, si ustedes no se sienten cómodos compartiendo esos datos, desactiva ese permiso.

8. Hablemos de seguridad
Habla con tu hijo acerca de cómo hay algunas personas que intentan aprovecharse de los demás robándoles su dinero o su información, y explícale que es importante tomar precauciones. Luego, vuelve a hablarlo, que no sea una conversación de una sola vez, preguntándole qué piensa y si ha visto algo sospechoso.

Para los más grandes: puntos a tener en cuenta
Los adultos también necesitamos algunos consejos para protegernos, y de ese modo proteger a los más chicos de la casa.

  • Hay que prestar atención cuando entramos a páginas web nuevas, ya que pueden ser falsas o maliciosas, tanto cuando lo hacemos desde el navegador como desde los enlaces compartidos por amigos en las redes sociales o los que llegan mediante correo electrónico. Usualmente ofrecen algo muy bueno para ser cierto, o contenido gratis o prohibido.
  • Cuidado con las estafas, anuncios de grandes premios, y con las causas solidarias. Siempre busca organizaciones de confianza y medios conocidos para donar e informarte.
  • También es importante elegir contraseñas seguras y cambiarlas periódicamente, y usar en algunas cuentas autenticación adicional.
  • Debes tener mucho cuidado también con el Wi-Fi gratuito y público, usa preferentemente aquellos que tengan contraseña en cafeterías, aeropuertos, por ejemplo, y cuando estés conectado, evita entrar a cuentas bancarias o hacer compras.
  • Por último, hay que mantener el software y las aplicaciones actualizadas en todos los dispositivos.
  • Más información en “Cómo evitar estafas bancarias”.

Un tip extra de seguridad. Probablemente hayas notado que cada dirección web tiene “http” al principio. Si hay un “https”, la “s” significa “seguro”, es decir, que el sitio proporciona una capa adicional de seguridad.

Más allá de las recomendaciones técnicas, los expertos de Connect Safety enfatizan que la mejor defensa ante los peligros de estar en línea es el pensamiento crítico. Eso significa prestar atención cuando las ofertas y enlaces son demasiado buenos para ser ciertos y detenerse unos segundos para considerar las consecuencias de hacer un clic en algo, instalar una aplicación o ingresar una contraseña o información privada.

Fotografía: iStockPhoto



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Cinco miedos típicos del embarazo (a los que no deberías temerles)

Cada embarazo es único. Desde el primer día hasta el último, hay un mundo de sensaciones y experiencias para la mamá y su bebé que son irrepetibles. Sin embargo, hay algo que sin lugar a dudas comparten todas las que están en la dulce espera: los miedos.

Las malas experiencias propias o ajenas, los cambios hormonales y la ansiedad típica del embarazo suelen disparar las preocupaciones aún más. Surgen miedos por la salud del bebé y el momento del parto, como una respuesta del instinto maternal de protección, especialmente en el primer trimestre. Y muchos otros tipos de miedos, ¡algunos que incluso jamás habrías imaginado! ¿Se pueden evitar? Algunos sí, otros no. Para muchos basta con informarse y prepararse para que pesen menos. En esta nota te contamos cinco miedos muy comunes en el embarazo y cómo hacer para que no te atrapen.

1. Subir de peso
Embarazo para muchas es sinónimo de una gran barriga, pero después de dar a luz. Ya sea porque hay más “permitidos” en esa etapa, y menos ejercicio, o porque el cuerpo de por sí necesita más energía, muchas mamás ganan peso durante los nueve meses. Mantenerte activa, llevando una vida sana y una alimentación balanceada, te ayudará a conservar la figura. En esta nota puedes ver cuánto peso deben ganar las mujeres en el embarazo. Es muy importante buscar apoyo profesional en estos casos para no privar al pequeño en camino del alimento que necesita. Puedes consultar con una nutricionista o tu médico de cabecera cuál es la mejor dieta para ti, siempre de acuerdo a tu estilo de vida y tus gustos (aunque es posible que cambien mucho en esta particular etapa).

2. La barriga está muy quieta
¡Qué lindo cuando empiezan las pataditas en la barriga! Cuando el bebé empieza a moverse es una revolución para la mamá y para toda la familia. Y días o semanas después, algunas mamás ya no quieren más quietud ya que cada vez que el bebé no se mueve, piensan que algo puede andar mal. En algunas etapas puede ser totalmente normal. Aun así, si notas una disminución en los movimientos de tu hijo, si no se mueve al menos seis veces luego de comer, acude al ginecólogo. Para darte más tranquilidad, te contamos en esta nota otras cuatro complicaciones a las que debes estar atenta.

3. ¿Y si me pasa como a mi amiga?
¿Quién no tiene una amiga que tuvo un parto para el olvido? ¿O que pasó casi nueve meses con los pies en alto super hinchados? Las experiencias ajenas ayudan, pero muchas veces también despiertan ansiedad y nerviosismo, especialmente cuando se trata de una mamá primeriza. Recuerda que la mayoría de los embarazos transcurren con normalidad, y rodéate de información de confianza y objetiva para estar segura y tranquila con las decisiones que tomes. Te damos cuatro claves para superar el miedo al parto: concéntrate en tu bebé, haz oídos sordos a los comentarios negativos, infórmate y libera el estrés con clases de yoga.

4. Dañar al bebé
Durante el embarazo, tu panza es el pequeño hogar de tu hijo, y hay una gran conexión y dependencia. Esa sensación puede inquietar mucho. No son pocas las mamás que temen comer algo que lo afecte, caerse o dañarlo sin querer. Y surgen cientos de preguntas: tomar sol o no, teñirse el pelo o no teñirse, bailar o no bailar. En primer lugar, el ginecólogo u obstetra te dirá qué debes evitar en tu dieta y qué actividades puedes hacer y cuáles no. Sigue sus indicaciones y pregunta siempre que tengas dudas. Para que estés aún más tranquila, te compartimos nuestra guía de los alimentos prohibidos en el embarazo, los que debes evitar y los permitidos.

5. El sexo en el embarazo
¿Se puede tener sexo en el embarazo? Esa es una de las grandes preguntas de las parejas. Si el embarazo no tiene complicaciones, los obstetras responderán que sí. Mira nuestra guía completa sobre el tema para saber todos los detalles: cómo puede cambiar el sexo, si es seguro, si es común que disminuya o aumente el deseo y más.

Las claves

  • Recuerda que dos claves importantes son contar con buena información y llevar hábitos saludables. Habrá muchas situaciones y cambios en tu cuerpo que no podrás controlar en el embarazo, pero muchas otras que sí. Haz lo que está en tus manos: llevar una vida sana, seguir las indicaciones del médico (como tomar vitaminas y ácido fólico), no fumar ni beber alcohol. Esas actitudes te ayudan a tener un embarazo sin sobresaltos y benefician la salud del bebé.
  • Busca información de confianza. Es posible que leer en Internet muchas experiencias y opiniones diversas de otras personas no te ayude, y por el contrario te genere estrés e inquietud. Tus médicos, que te conocen y llevan tu historial, serán tus consejeros por excelencia en esta etapa. También puedes consultar páginas de organismos, universidades e instituciones públicas y privadas especializadas en el cuidado pre-natal. Es esencial tener un embarazo lo más tranquilo posible, con apoyo y contención tanto profesional como de familiares y amigos.

¿Seré una buena madre?
Por último, esta es quizás una de las preguntas más recurrentes. Es normal que las mamás tengan el deseo de darle a su hijo lo mejor y todo lo que necesite, y que teman no poder hacerlo. Muchas embarazadas confiesan que tienen miedo, por ejemplo, de no poder amamantar o de que el bebé llore y no saber cómo ayudarlo.

Ser mamá es un oficio que se aprende en el camino, y con amor y esfuerzo podrás hacerlo sin problemas. De nuevo: infórmate y siempre busca el apoyo de aquellos que te aman. No tengas dudas de que no estarás sola en esta aventura.

Fotografía: iStock /6Ridofranz



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lunes, 7 de enero de 2019

Todo lo que debes saber antes de adoptar una mascota

Por Andrea Barbalich / Fotos por Daymion Mardel

>> A calcular

El amor y las caricias no son lo único que necesitan los animalitos para estar bien atendidos, sino también mucha dedicación y dinero.

Tiempo: Los perros tienen que salir afuera cada una o dos horas hasta que estén entrenados, y tanto ellos como los gatos deberán ser alimentados tres o cuatro veces al día mientras sean pequeños. Además, los niños tendrán que disponer de unas dos horas diarias para jugar con sus mascotas, de modo de estimularlas y ejercitarlas.

Dinero: Los gastos con los animalitos empiezan desde el momento de la adopción. Ese día, según estima la Humane Sociaty, deberás pagar entre $50 y $310 por un perrito y de $60 a $125 por un gato. Eso va directamente al refugio o al grupo de rescate. Durante el primer año, The American Society for the Prevention of Cruelty to Animals estima que deberás pagar entre $1,471 y $2,008 por un perro, dependiendo de su tamaño, y unos $1,174 por un gato, monto que se destinará a la castración, el test veterinario y las cosas que necesite el animal. Por último, cada año habrá que designar $809 para un gato y entre $737 y $1,040 para un perro, de acuerdo a su tamaño, para cubrir comida, licencia, cama, veterinario, juguetes, y, según el caso, cobertura médica.

>> Los preferidos de los latinos

Si tu familia no sería la misma sin la presencia de sus integrantes peludos, no estás sola. En el país, son nada menos que 20.4 millones los hogares Latinos donde vive al menos una mascota, según un reporte de la consultora de mercado Packaged Facts. A su vez, los Latinos somos más proclives que otras etnias a elegir perros antes que gatos, y a adoptar a otros animalitos como peces, pájaros o reptiles.

>> ¿Qué aprenden los niños de sus mascotas?

Hermandad: “Nuestra perra Eva llegó cuando mi hija Mila tenía un año, poco más de una década atrás, y aún no había nacido Elia, mi nena más chica. Ellas compartían, peleaban por juguetes y se divertían. Siento que Eva la preparó a Mila para ser una buena hermana”.  Catalina Gómez Luna, mexicana.

Compasión: “El tener a nuestros perritos, primero Cosita y luego Timmy, ha ayudado a mi hija Eileen, de 9 años, a aflorar sus sentimientos. Al ser una niña única, el crecer con una mascota alrededor le enseñó a mostrar sus sentimientos y a ser compasiva tanto con los animales como con las personas que más lo necesitan”. Gisella La Rosa, peruana.

Responsabilidad: “Desde que Maya, nuestra perrita, llegó a la familia, les ha enseñado a mis hijos Mateo, de 13 años, y Lucas, de 10, a tener sus responsabilidades. Ellos la sacan, le dan de comer, limpian cuando ensucia y también la consienten mucho”. Nina Herman, colombiana.

>> Nombres de perros famosos

Dante: El cantante colombiano Juanes le había puesto a uno de sus perros el nombre de varón que más le gustaba desde que había leído la Divina comedia, de Dante Alighieri, sin saber que años después llegaría un niño a su familia, al que llamaría igual que al can.

Amorcita Love: A la cantante y actriz mexicana Thalía le encantan los animales y tiene más de una mascota. En materia de nombres, la que gana en originalidad es una perrita pomeranian color miel propiedad de su hija Sabrina, que más que una mascota parece un peluche.

Jalapeño: La presentadora cubana Lili Estefan escogió para su bello bull terrier el nombre del pimiento que no puede faltar en ningún plato con sabor y picor Latino.

Lety: Mientras entrenaba para ser mamá, la actriz mexicana Angélica Vale tuvo una bellísima poodle blanca a la que decidió llamar como su protagónico más famoso, el de La fea más bella. Como digna estrella televisiva, la perrita acompañaba a la Vale hasta en sus apariciones por la alfombra roja.

Este artículo fue publicado originalmente en el revista Parents Latina Diciembre/Enero 2019



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¿Mito o verdad? El exceso de azúcar vuelve a los niños hiperactivos

La idea de que las golosinas y los refrescos azucarados vuelven a los niños hiperactivos o un torbellino difícil de controlar está muy instalada. ¿Quién no culpó alguna vez a los caramelos en exceso de las fiestas de cumpleaños por las rabietas de los más pequeños?

Sin embargo, este mito puede no ser del todo cierto. Entérate en esta nota lo que dicen los científicos al respecto y los verdaderos motivos por los que dar refrescos y dulces a los niños pueden ser una mala idea.

El efecto “fiesta de cumpleaños”

Científicos del Child-Development Center de la Universidad de Vanderbilt, Estados Unidos, analizaron 16 estudios realizados hasta 1995 sobre los efectos del azúcar en los niños. Las investigaciones no encontraron evidencia de que los dulces afecten el comportamiento o rendimiento cognitivo de los pequeños. Aún así, los científicos no descartan que el azúcar sí genere pequeños efectos en algunos niños en particular.

La fuerte creencia de los padres de que las golosinas desatan la locura en sus pequeños puede deberse entonces a una asociación errónea, indican algunos especialistas. Por ejemplo, los niños comen dulces y toman refrescos azucarados en las fiestas de cumpleaños, eventos en los que están de por sí emocionados de sobremanera. Como el consumo y la emoción exacerbada ocurren al mismo tiempo, muchos papás pueden pensar que están conectados.

¿Qué ocurre en el largo plazo?

Si bien no hay evidencia de que el azúcar tenga un efecto en el corto plazo, horas después de que los niños degustaron esos chocolates y caramelos, sí puede haber un efecto en el largo plazo, advierte en su análisis sobre el tema José R. Alonso, doctor de la Universidad de Salamanca, España. Una investigación encontró que cuanto más azúcar y grasa procesada comían los niños de 4 años, más hiperactividad mostraban tres años después. Alonso indica que se debe tener en cuenta que puede influir también diferencias en el modo de educar entre los papás que dan comida rápida a sus hijos y los que optan por una dieta saludable.

Hay otros hallazgos interesantes en relación a los niños que específicamente tienen un trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH), una de las afecciones neuronales más comunes en la infancia. Algunos estudios muestran que el alto consumo de bebidas endulzadas aumenta sus probabilidades de tener problemas de atención.

Por otro lado, científicos de la Universidad de Cardiff que han investigado la relación entre la dieta y la violencia en la adultez y encontraron que niños que comían chocolates y golosinas a diario a los 10 años de edad, tenían más probabilidades de ser violentos de grandes.

Los peligros de lo dulce

Lo que sabemos con claridad es que el consumo en exceso de azúcar tiene un impacto negativo en la salud de los más pequeños y los más grandes en relación a problemas como obesidad, diabetes e hígado graso. Además, el azúcar aporta una gran cantidad de energía en forma inmediata pero no nutrientes que los niños precisan.

Cuando comemos algo dulce se genera también una sensación de satisfacción o placer inmediato, y eso podría impulsar un mayor consumo de alimentos con azúcar. En este sentido, hay quienes afirman que el azúcar es una droga insana, pero otros contraponen que no se han encontrado pruebas concluyentes de que comer dulces genere adicción. Ocurre que cuando se trata de los efectos del azúcar a nivel neurológico y de comportamiento, los científicos no suelen ponerse de acuerdo con facilidad.

En concreto, investigadores de la Universidad de California sí han observado en estudios experimentales cómo la sobredosis de azúcar puede afectar el aprendizaje y la memoria, mientras que el consumo de alimentos ricos en ácidos grados Omega-3 puede ayudar.

Recomendaciones: ¿cuánta azúcar debe consumir un niño?

La Organización Mundial de la Salud recomienda un consumo reducido de azúcares libres a lo largo de toda la vida para grandes y niños, y que representen menos del 10 por ciento del consumo de calorías diarias. Estas recomendaciones se basan en las pruebas científicas que muestran la relación entre el consumo azúcares libres y el sobrepeso y las caries dentales.

Las “azúcares libres” son los monosacáridos y disacáridos añadidos a alimentos y bebidas dulces y que también están presentes en la miel, los jarabes y los jugos o zumos de frutas.

Para tener una medida más concreta, podemos tomar las recomendaciones de científicos de la Asociación Americana del Corazón. Ellos indican que que los niños de 2 a 18 años deben consumir menos de seis cucharaditas de azúcar añadida a diario, lo cual equivale a 25 gramos o 100 calorías, y no más de 250 mililitros de bebidas endulzadas en la semana. Además, aconsejan que los bebés menores de 2 años no consuman alimentos y bebidas con azúcar agregada.

Las “seis cucharaditas” son un ejemplo gráfico de lo que implica 25 gramos de azúcar y no significa que los papás sólo deben tener en cuenta las cucharaditas que agregan al chocolate con leche, por ejemplo. Hay muchos alimentos que ya tienen esos gramos de azúcar agregados, como los de confitería.

Fotografía: iStock /OcusFocus



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Más de 150 nombres de origen griego para niñas que te van a encantar

A la hora de elegir el nombre de tu bebé, seguro consultas todas las opciones posibles y prestas atención a cada nombre que escuchas al pasar. La decisión es crucial: el nombre es una parte muy importante de la identidad. ¿Habías pensando en lo nombres de origen griego?

De la cultura griega han surgido preciosos nombres, muchos de ellos incluso los usamos con frecuencia desconociendo que tienen parte de sus raíces en la llamada República Helénica, como, por ejemplo, Cassandra, Eugenia, Pamela, Isadora, Irene, Penélope y Thalia.
Algunos de los nombres tienen origen mixto, griego, latín, inglés, germánico, y muchos tienen un significado hermoso en la lengua griega. Por ejemplo, con la letra “A” puedes elegir entre Agatha (buena, bondadosa), Aglaia (resplandeciente, brillante) y Alysa (princesa, noble).

Como verás, sobran los motivos para echar un vistazo a esta lista de más de 150 nombres de origen griego para niñas que hemos armado, e inspirarte en la búsqueda del nombre perfecto para tu bebé (vea una lista con nombres griegos de niño aquí).

Acacia
Adara
Ademia
Agatha / Agata
Aglaia
Agneta
Aikaterina
Airlia
Alala
Alcina
Aldora
Alena
Alexandra
Althea
Althea
Alysa
Amaryllis
Andromeda
Ángela
Anthea
Antheia
Aria /Ariana / Arianna
Ariadne
Aricia
Artemisa / Artemis
Asia
Aure
Axelia
Barbara
Bernice
Calandra
Calantha
Calida
Calista / Callista
Calla
Carisma
Casia
Cassandra
Cassia
Castalina
Catherine
Celandia
Charis
Charmian
Chloe
Christine
Circe
Clara
Clio
Colette
Coral
Cyma
Cynara
Cynthia
Cyrilla
Damalis / Damaris / Damara
Delbin
Delia
Delphine
Demetria
Denise
Dianthe
Dora
Doria
Dorothy
Drussila
Dysis
Eirene
Eldoris
Eleanor
Electra
Electra / Elektra
Eleni / Ellena
Elissa
Elma
Eugenia
Eunice
Evadine
Evangelia
Evangelina
Gaea
Gaia
Galatea
Georgette
Gredel
Hali
Helen
Hellen / Helena
Hera
Hypathia
Idola
Ioanna
Irene
Isadora
Isaura
Jacinta
Jeno
Kairos
Kalika
Karissa
Kassia
Kate
Kolina
Koren
Larissa
Layna
Leda
Lenore
Leonora
Lia
Lilah
Lydia
Lyris
Lysandra
Macaria
Maggie
Maia
Malva
Mariam
Melaina
Melanie
Melina
Monica
Narcissa
Nerita
Nicole
Nora / Eleanora
Odelette
Olympia
Omega
Ophelia
Pamela
Pandora
Penelope
Phanessa
Philana
Philomena
Rena
Rita
Selene
Sirena
Sophie
Stefania
Tabitha
Talia
Teresa / Theresa
Thalia
Thea
Theodora
Tia
Tienette
Timothea
Uriana
Vara
Xandy
Xena
Xenia
Xylia
Yalena
Yolanda
Zandra
Zenobia
Zoe
Zosima

Fotografía: iStockPhoto



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8 buenas ideas para que los niños coman más frutas y verduras

Comer como mínimo 400 gramos (o unas cinco porciones) de frutas y verduras por día puede prevenir enfermedades crónicas como las cardiopatías, el cáncer, la diabetes y la obesidad, según un informe de la Organización Mundial de la Salud publicado recientemente. Imagino lo que debes estar pensando: sí, comer saludable es importante, pero ¿no será mucho cinco porciones? ¿Cómo voy a lograr que todos en mi familia coman esa cantidad?

Es verdad que a veces resulta muy difícil incorporar más frutas y verduras a la dieta diaria –es más tentador un chocolate o pastelito que una manzana, tanto para los más grandes como para los más chicos—pero no es imposible siguiendo algunas ideas prácticas y creativas. Mira estas ocho recomendaciones para lograr que los más pequeños de la casa tengan una alimentación más nutritiva con las vitaminas, minerales y fibra que necesitan para crecer fuertes y sanos.

1. Primera parada: el mercado
Esta recomendación puede resultar un poco evidente, pero en realidad no lo es. Apenas pongas un pie en el supermercado o la despensa, ve primero y directo al área de frutas y verduras. Elige junto a tu hijo aquellos que conocen e incentívalo a descubrir el sabor de aquellas que aún no haya probado mientras le cuentas curiosidades e historias. Estudios han mostrado que los niños que eligen los vegetales tienden a comer más de ellos.

2. Haz lo que yo digo, y lo que yo hago
El primer ejemplo a seguir para tu hijo eres tú. Si tu misma comes frutas y verduras, probablemente le darás un buen incentivo para hacer lo mismo. Incluso le puedes convidar de tu plato. Que tus hijos te acompañen en la cocina y te ayuden a preparar la comida, también puede ayudar a que vean a las hortalizas de otra manera. En YouTube puedes encontrar muchos videos y tutoriales con recetas prácticas y nutritivas, al igual que en las aplicaciones de cocina en el teléfono.

2. Siempre a alcance de la mano
Prepara snacks y refrigerios con frutas y verduras, lavadas, cortadas y listas para comer, como unos mini-bastoncitos de zanahoria o unas ricas porciones de mango. Déjalos en la nevera o el refrigerador, a la vista de todos. La Asociación Americana de Pediatría recomienda, por ejemplo, tener disponible menos cantidad patatas fritas, galletas y dulces. Si estas golosinas no están a la vista, o ni siquiera en casa, es posible que tu niño las pida menos.

3. Ensaladas y verduras, de a montones
Incorpora ensaladas y verduras en cada comida, usando ingredientes frescos y variados. Pueden acompañar carnes, pescados, pastas, pizzas, brochetas, arroz y más. Los aderezos ayudan a que las ensaladas sean más tentadoras y sabrosas, pero es importante que enseñes a tu hijo a agregar la cantidad adecuada y no excederse. Las verduras de hojas verdes o amarillas, como la espinaca, son una muy buena fuente de vitamina A y no requieren cocción, sólo ser lavadas correctamente. Incluso se pueden conseguir las que ya están lavadas previamente. Las pizzas son de por sí deliciosas, pero más aún cuando tienen alguna rica verdura salteada arriba. También, hay platos que de por sí contienen una buena fuente de hojas verdes como la lasaña y las tortillas con espinaca.

4. Frutas por aquí y por allá
Al igual que con las verduras, se pueden agregar trozos de frutas a muchas comidas, en especial las de estación que son las más frescas. Health Children recomienda, por ejemplo, añadir fruta a los cereales o un trozo de fruta al almuerzo del niño para la escuela. Anímalo a probar nuevos sabores y texturas de todos los colores.

5. ¿Quién dijo que las verduras son aburridas?
Las cajas de cereales para niños, al igual que las golosinas, suelen tener colores brillantes, personajes alegres e incluso juegos para los niños. Esa misma estrategia de marketing puedes usar para hacer platos sanos que sean toda una tentación. Pon en marcha tu creatividad y crea personajes, animales o caras con los ingredientes. Hay sitios como funkylunch.com, de las que puedes sacar ideas muy divertidas. No te olvides que la comida entra por los ojos.

6. Jugos refrescantes
El verano es también una época ideal para incorporar exquisitos jugos, batidos y licuados a la dieta diaria. Puedes hacer por ejemplo jugos con naranjas, fresas, toronjas y melones, que son buenas fuentes en vitamina C. Si consigues una juguera o procesadora, sólo lleva unos minutos y será una opción rica y mucho más sana y nutritiva que los refrescos envasados. Es recomendable evitar los zumos de frutas comprados. En caso de que los consumas, asegúrate que son 100% jugo, y no una bebida con jugo o sólo aromatizantes y saborizantes.

5. Una nueva vida “vegetariana”
Aunque en casa sean vegetarianos o no, siempre puedes incorporar algunas de las deliciosas recetas con las que se suele reemplazar a la carne. Anímate a investigar en blogs y sitios especializados, o por qué no comprar un libro de cocina, y descubrirás manjares impensados. La alimentación vegetariana es mucho más que hamburguesas de soja.

6. Ante todo, paciencia
Muchos niños se niegan a comer frutas y verduras. Hacen caras de disgusto, cierran la boca o tiran la comida. En estos casos, los especialistas recomiendan tener paciencia y no obligar la ingesta del alimento. Si el niño lo rechaza una vez, volver a ofrecerle, y respetar sus tiempos. Es importante que el momento de la comida sea una experiencia agradable. Además, intenta empezar a ofrecerle frutas y verduras a la más temprana edad posible, ya que la aceptación suele ser más fácil entre los 2 y 4 años. Hay quienes aseguran que suele ser necesario ofrecer entre 10 y 15 veces un alimento a un niño para que lo termine aceptando.

7. La huerta en casa
Aunque sean sólo algunas pequeñas parcelas o macetas, cultivar frutas y verduras en casa, o tan sólo especias, puede ser un gran incentivo para los niños –y los grandes también. Cosecha por ejemplo con tu niño tomatitos cherry y albahaca y disfrútenlos luego en una deliciosa pizza estilo italiano. Al principio puede requerir algunas horas de trabajo y aprendizaje, pero luego lo podrás mantener sin mayor esfuerzo.

8. Comer en familia
Comer en familia trae muchísimos beneficios para todos e incluso para la dieta. Investigaciones demuestran que los niños comen más frutas y verduras y menos frituras y bebidas azucaradas cuando comen junto a la familia. Así que a cocinar y poner la pesa para todos.

¿Cuánto debe comer?

Hay ciertas cantidades recomendadas de vegetales y frutas por día de acuerdo a la edad, el género y la actividad diaria, que puedes usar como guía para organizar la dieta de tus hijos. Las siguientes son las recomendaciones de Choose May Plate (en inglés), la guía nutricional brindada por el gobierno de Estados Unidos:

  • De 2 a 3 años: una taza de vegetales; una taza de frutas
  • De 4 a 8 años: una taza y media de vegetales; una taza y media de frutas
  • De 9 a 13 años: mujeres, dos tazas de vegetales y una taza y media de frutas; varones, dos tazas y media de vegetales y una taza y media de frutas

(Los valores se calculan para personas que tienen una actividad física moderada diaria de menos de 30 minutos; aquellos que tienen mayor actividad)

Fotografía: iStock / bokan76



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